De niña quería ser veterinaria y cajera de un supermercado, su hobbie es cocinar y hoy se destaca como responsable de las estrategias de marketing de NUMAN en América Latina.
Les presentamos a Constanza Fabrizio, Coti para nosotros, cuya mejor experiencia de vida hasta el momento fue el día del parto de su hija, Joaquina. Un momento al que define como mágico e inigualable.
Su sueño es tener una casa en un lugar de playa, y su viaje perfecto es viajar a Bali e indonesia, o recorrer con su familia Australia en un motorhome.
Como recuerdo destacado de su infancia, rememora sus viajes en familia a San Martín de los Andes y Villa la Angostura, en invierno y verano.
Entre sus objetivos a futuro, le gustaría tener la experiencia de vivir y trabajar en otro país.
Una frase que la caracteriza es: “Lo que no sucede, conviene”. Para explicarla, sostiene que “muchas veces vivimos pensando en lo que no sucedió o podría haber sido, en vez de disfrutar la experiencia del presente”.
Con ustedes, Coti…
Trabajaste durante 10 años en empresas industriales vinculadas a la agroindustria, indumentaria y cuidado personal. ¿Podrías compartirnos dos experiencias que te hayan impactado especialmente desde lo personal y lo profesional?
Cuando trabajé en VER, fui parte de un equipo que impulsó la transformación digital de la marca, desde Facebook, la tienda online y todo el desarrollo de la pauta publicitaria.
Esta experiencia me impactó porque fue un cambio radical no solo para la empresa, sino también para los equipos. Una manera de vender nueva, desde la imagen de marca y todos sus mensajes.
En lo personal, fue una lección sobre la importancia de la adaptabilidad y la gestión del cambio, y profesionalmente, me dio una perspectiva más amplia sobre la integración de la tecnología en los procesos industriales.
En ese momento el e-commerce en Argentina era un mundo nuevo, y más en indumentaria porque el consumidor era totalmente resistente a comprarse una remera de manera online sin probársela. Pensaban que nunca la iban a poder cambiar sino les quedaba bien.
Romper esas barreras fue lo más desafiante desde la comunicación. Por otro lado, adaptar todas las campañas de locales físicos a la tienda online.
Desde el área de imagen de marca en ese momento nos capacitamos para llevar adelante las campañas de marketing digital (otro mundo nuevo): cómo segmentar, cómo invertir y empezar a ver métricas, que hoy sigo aplicando.
Por otra parte, cuando trabajé en DVA, tuve la oportunidad de liderar la generación de una marca desde cero en un proyecto que fue especialmente desafiante y gratificante.
El objetivo era lanzar la marca de origen alemán en Argentina, en un mercado altamente competitivo.
En mi carrera nunca había armado un plan de marca desde cero, y fue una experiencia única. Todo lo que había aprendido antes, había que plasmarlo en un cronograma a largo plazo partiendo de un manual de marca desde Hamburgo.
Uno de los mayores retos fue construir confianza en un mercado donde ya existían marcas consolidadas.
Nos enfocamos en ofrecer una experiencia de calidad, que incluía un servicio de venta personalizado y una comunicación constante.
Consolidamos campañas para cada producto estrella, lanzamos promoción en medios, prensa, organizamos eventos, plasmamos testimonios, gestionamos todas las redes sociales, y priorizamos las demostraciones de productos.
En definitiva, logramos la participación de marca en todos los lugares en los que no podíamos dejar de estar.
¿Cómo fue la experiencia de comenzar a trabajar en una consultora de recursos humanos focalizada en el sector industrial, luego de desempeñarte en diversas industrias?
Es una experiencia totalmente nueva, enriquecedora y de aprendizaje continuo.
Haber trabajado en otras industrias me brindó una perspectiva amplia sobre cómo funcionan los diferentes sectores y las necesidades que surgen en cada uno.
Desde la comunicación, un enfoque más holístico, también me ayudó a tener una visión más integral sobre cómo el talento impacta en la productividad, la innovación y el éxito de las empresas, independientemente de la industria en la que se encuentren.
Tenés experiencia desarrollando estrategias de marketing para diversos países de distintas culturas, como Argentina, Perú, Paraguay, Bolivia y Colombia. ¿Cuáles son las claves para configurar y ejecutar una estrategia de marketing regional efectiva?
Desarrollar estrategias de marketing para distintos países y culturas es una experiencia enriquecedora.
Me permitió entender que no hay una solución única, que cada país tiene sus maneras de percibir mensajes, y que es fundamental adaptar la estrategia a las características de cada mercado, para configurar y ejecutar una estrategia de marketing regional efectiva.
Es super importante, tener una estrategia de marca general (más global) y luego adaptar detalles para cada país.
Se trata de balancear una visión regional coherente con la adaptabilidad necesaria para responder a las diferencias locales. Incluso desde las necesidades comerciales, sin olvidarse que la marca siempre es la misma, y teniendo en cuenta que las estrategias deben ser efectivas, pero al mismo tiempo relevantes para cada cultura.
¿Cómo vivís la maternidad en el marco del desarrollo de tu carrera profesional?
La maternidad es una experiencia transformadora que me enseña todos los días algo nuevo (un mix entre ser organizada, resiliente y empática).
Si bien, al principio, sentí que encontrar el equilibrio entre mi carrera y mi vida familiar era un desafío, con el tiempo aprendí a manejar mejor mi tiempo y mis prioridades.
Creo que la maternidad me permite ver las cosas desde diferentes perspectivas, lo que enriquece mi enfoque profesional, haciéndome más eficiente y comprometida con mis responsabilidades. Obviamente con una gestión de tiempo totalmente diferente y nueva.
Aunque requiere flexibilidad y planificación, tener ambas responsabilidades en mi vida me motiva y me impulsa a seguir creciendo tanto en lo personal como en lo profesional, con la satisfacción de volver a casa y abrazar a Joaqui.
Competiste a nivel nacional en golf. ¿Qué aprendizajes para la vida profesional te dejó la competencia deportiva?
La experiencia de competir en golf me enseñó muchas lecciones valiosas que a veces aplico en mi vida profesional.
Primero, aprendí la importancia de la disciplina y la perseverancia (creo que eso te lo brinda la mayoría de los deportes cuando se practican de manera habitual).
´Los resultados no llegan de inmediato’. Requieren esfuerzo constante, dedicación y práctica.
También me enseñó a manejar la presión y la frustración, especialmente en momentos de alto estrés o cuando las cosas no salen como esperabas.
Además, el golf es un deporte muy individual y de concentración absoluta, lo que me ayudó a desarrollar una mentalidad de responsabilidad personal, sabiendo que mi éxito dependía de mis decisiones y acciones.
Y sin lugar a dudas, aprendí a ser resiliente, a tomar experiencias de los errores y a seguir adelante después de un mal torneo.
Estos aprendizajes me permiten afrontar los desafíos profesionales con una actitud más positiva y enfocada en los objetivos a largo plazo.
