(Por Luciana Altman, Consultora – NUMAN) ¿Quiénes son los actores responsables de la felicidad en el trabajo? ¿Se trata de una conjunción de compromisos, garantías, decisiones, tanto globales, institucionales como individuales?
Compartimos un análisis tendiente a producir reflexiones que permitan responder a estos interrogantes y tomar decisiones orientadas a mejorar los ámbitos laborales, teniendo en cuenta que se trata de un factor central en términos de atracción y retención del talento.
En primer lugar, es importante dividir las responsabilidades de todos los actores involucrados en el mercado laboral:
- Del Estado: Estableciendo políticas que permitan mejorar la igualdad y diversidad, el acceso a la educación, la salud, la vivienda, el trabajo y la tecnología.
- De las empresas y organizaciones: Brindando sueldos justos, beneficios, un buen liderazgo, posibilidades de desarrollo y flexibilidad.
- Del individuo: Eligiendo ser feliz en el trabajo/profesión/oficio que desempeña, capacitándose permanentemente, cambiando cuando se necesario hacerlo, valorando lo positivo de cada experiencia, y apoyándose en su red de contactos.
En segunda instancia, destacar que la Pirámide de Maslow sigue vigente. Si bien hoy la psicología positiva establece que la base de la pirámide es la felicidad en el trabajo del individuo, se deben dar determinadas condiciones básicas para que ésta se logre, y así conseguir la autorrealización personal y obtener bienestar:
- sueldo digno
- salud
- vivienda
- relaciones sociales armónicas dentro del trabajo
En una reciente nota de Gabriel Sanchez Zinny, sobre su nuevo libro ‘Sin Trabajo – el Empleo en América Latina, entre la pobreza, la educación, el cambio tecnológico y la pandemia’, se expresa que si bien el trabajo es fuente de ingresos, también brinda dignidad, autoestima y educación.
Por ello, el autor considera que las decisiones macro de mejorar las condiciones económicas y de trabajo, son de los Estados, pero luego deben bajar a la inversión local y extranjera. Y, asimismo, a las decisiones individuales de elegir un camino de desarrollo, educación y trabajo.
Retos para el área de Recursos Humanos
Quienes tenemos la enorme responsabilidad de trabajar en el maravilloso mundo de los recursos humanos, contamos con la oportunidad y el desafío de:
- Convencer a los líderes/dueños/directores de las empresas y organizaciones sobre la importancia de implementar políticas que permitan que el empleado pueda ser feliz en el trabajo, desarrollar su potencial y encontrar su mejor lugar en la empresa, para aportar y conseguir un mejor rendimiento. También, invertir en la capacitación de su personal, formar más y mejores líderes, brindar flexibilidad, escucha activa y empatía. Y estar convencidos que estas acciones redundarán en excelentes resultados y rentabilidad para la empresa/organizaciones y el individuo.
- Colaborar y brindar espacios para que los empleados encuentren su vocación, o el lugar adonde puedan aportar sus ideas, conocimientos, habilidades y competencias. Que elijan ser felices en sus trabajos, que no se desalienten si no sienten ese bienestar TODOS los días, pero que, si NUNCA lo sienten, tomen la decisión de generar un cambio:
- Hacia adentro (eligiendo ser felices, aunque no tengan todo lo ideal en el presente)
- Hacia afuera (buscando nuevas oportunidades o reconvirtiéndose)
Durante estos años he recorrido por muchísima bibliografía al respecto, de los autores internacionales más famosos de la psicología positiva como Martín Seligman, Sonja Lyubomirsky o Mihaly Csikszentmihalyi, quienes nos brindan herramientas útiles para elegir ser felices desde adentro. Por ejemplo:
- como conseguir el “Flow” dentro de nuestro trabajo, cuando por la tarea que hacemos, perdemos la noción del tiempo y estamos inmiscuidos en nuestras responsabilidades y disfrutamos con ello
- técnicas como la meditación, las pausas activas y el agradecimiento, que nos van a permitir ver con otros ojos (positivos) nuestro día a día en el trabajo.
Otros grandes especialistas en la felicidad en las organizaciones, como el danés Alexander Kjerulf, con sus grandes libros como ‘Happy Hour de 9 a 5’ y ‘Leadership with Happiness’, nos enseña una fórmula sencilla, de cómo a través de Relaciones + Resultados, podemos ser felices en el trabajo. Su promotor en la Argentina, Martin Leroy, es el primer Gerente de Felicidad en el país, certificado por Wohoo Inc (Dinamarca).
Por su parte, Carolina Casiello, a través de sus libros que proponen el Rumbo hacia el Trabajo Feliz, a través del Método de Autorreconocimiento con Propósito (MAP), apunta a planificar y ejecutar un plan de acción para (re)generar el trabajo, alineando el proyecto laboral y propósito personal de cada individuo.
También he tenido la posibilidad de conocer otros autores, críticos de la psicología positiva, como Edgar Cabanas y Eva Illouz, que a través de su libro ‘Happycracia’, nos hacen reflexionar sobre cómo:
- está recayendo la responsabilidad de la felicidad en el individuo
- se está dejando de lado la responsabilidad de los Estados, las empresas y organizaciones en garantizar las condiciones básicas de las que hablábamos en un principio.
Cambio de paradigma en los espacios laborales
Durante estos casi 2 años de pandemia, muchas de las prioridades individuales, de las empresas y Estados han cambiado, priorizando la salud, la familia y las relaciones, en detrimento de otros factores como el trabajo estable. A este proceso se lo ha denominado ‘La Gran Renuncia’.
Luis Rajas Fernández, Country Manager | Desarrollo de Negocio, Innovación y Acuerdos Estratégicos – Sur de Europa – Eir Försäkring AB, cita estudios internacionales para afirmar que el 40% de los empleados de grandes compañías está buscando activamente un cambio laboral que se ajuste a sus expectativas de conciliación vida laboral-personal y reconocimiento. Los empleados buscan sentirse orgullosos de donde trabajan, y quieren ser escuchados y valorados.
Vale la pena tener en cuenta algunos resultados del Primer Estudio sobre Felicidad Organizacional, desarrollado en 2021 por Awards Happiness:
- 61% de las personas quieren que las empresas se preocupen por su salud. En la mayoría de las búsquedas de mandos medios y altos, es beneficio excluyente el pago de la Prepaga para el grupo familiar. También es muy importante que las empresas promuevan exámenes anuales de controles médicos entre sus empleados, y motiven a realizar pausas activas, gimnasia, yoga, meditación, espacios de diálogo, y otras actividades que los hagan sentir bien en su día a día laboral.
- 63% quiere trabajar en una empresa que se preocupe por valores como la justicia, diversidad, igualdad e inclusión. Es fundamental seguir promoviendo la igualdad de género, la promoción de contrataciones +45 y la eliminación de las barreras de edad en los requisitos de empleo, como venimos haciendo desde NUMAN.
- 81% quiere tener un esquema híbrido de trabajo. La pandemia generó cambios profundos en el mindset de empresas y empleados, sobre la necesidad de estar sentados 9 horas en la oficina/planta/negocio para generar resultados. Acá también el estado es responsable de propiciar algunas políticas innovadoras, cuando el año pasado se discutió en la Cámara de Diputados de nuestro país los derechos y obligaciones del empleado y empresa en un esquema de Trabajo Remoto.
En línea con estos conceptos, Great Place to Work nos propone un enfoque holístico, destinado al Bienestar Laboral del empleado, abarcando los planos físico, mental, social y financiero. Buscando, por un lado, que esté en línea con el propósito de vida de cada persona. Y por el otro, que estas políticas se adapten a la cultura y clima organizacional.
Uno de los pilares principales dentro de estos tiempos de incertidumbre por el Covid-19, es propiciar la escucha activa dentro de la compañía o institución. Si bien son importantes las encuestas, para llegar a todos los niveles y empleados, y poder obtener métricas, fueron fundamentales el uno a uno y el foco puesto en las necesidades de cada colaborador.
Otras políticas implementadas incluyeron: charlas abiertas con especialistas prestigiosos, como infectólogos, psicólogos organizacionales y atención psicológica personalizada, médicos y nutricionistas. También fue valorado el apoyo escolar para hijos de empleados, provisión de viandas, kits para crear “la oficina en casa”, y cumplimiento de los protocolos para el trabajo presencial.
A partir de toda la información compartida, reiteramos una de las consultas que nos planteamos al comienzo del artículo, para que cada lector pueda construir su propia respuesta:
- ¿De quién es la responsabilidad sobre la felicidad en el trabajo?
- ¿Qué estamos esperando para conseguirla?