15 estrategias y prácticas para promover la salud mental en el entorno laboral

12 Sep, 23 | Artículos | 0 comments

(Por María Alejandra Hernández, Senior Business Consultant de NUMAN Colombia) Gestionar la salud mental en el trabajo es de vital importancia. Más aún en tiempos dinámicos como los actuales, en los que las incertidumbres geopolíticas internacionales afectan el comercio mundial, y las coyunturas inflacionarias de varios países impactan en el consumo, con consecuencias directas en las operaciones y los resultados de las empresas.

Tiempos en los que también se está redefiniendo el futuro del empleo, a partir de la creciente penetración de la robótica y la inteligencia artificial en la gran mayoría de las funciones laborales. Lo cual genere cierta inquietud y ansiedad en las personas.

La salud mental tiene impacto directo en el bienestar y la productividad de los empleados, pero también en las organizaciones. Según informa la Organización Internacional del Trabajo (OIT),  se estima que cada año se pierden 12.000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad, lo que cuesta a la economía mundial casi un billón de dólares.

Por su parte, el Informe Mundial de Salud Mental de la OMS (2022) informó que el trabajo amplifica problemas sociales más amplios que afectan negativamente a la salud mental, como la discriminación y la desigualdad. En especial la intimidación y la violencia psicológica o mobbing. Dos problemáticas de alto impacto en la actualidad.

No obstante y más allá del impacto que tiene en personas y empresas, hablar sobre salud mental sigue siendo un tabú en los ecosistemas laborales. Motivo por el cual hemos decido escribir este artículo, con el objetivo de ayudar a instalar sobre la mesa de análisis un tema central para alcanzar el bienestar laboral.

¿Por qué es importante gestionar la salud mental en el trabajo?

Lograr buenos niveles de salud mental en el entorno laboral contribuye a la satisfacción de los trabajadores. Lo que a su vez reduce la rotación de personal y aumenta la retención de talento, entre otros beneficios.

Además, un ambiente laboral que promueve la salud mental:

  • Fomenta la creatividad, la toma de decisiones efectivas y la colaboración,
  • Mejora el rendimiento y la eficiencia de los empleados.

Mientras que en los espacios en los que se descuida la salud mental, pueden surgir problemas como el estrés crónico y el agotamiento, junto a inconvenientes vinculados a la salud física. Como consecuencia de ello es probable que:

  • Se incremente el ausentismo.
  • Se genere un ambiente laboral menos productivo y feliz.

Además de los beneficios que aporta a los colaboradores, la gestión adecuada de la salud mental en el trabajo también resulta  esencial para las organizaciones en términos económicos y de reputación. En efecto, las empresas que demuestran un compromiso genuino con la salud mental de sus empleados tienden a:

  • Atraer y retener talento de calidad.
  • Mejorar su imagen de marca.
  • Reducir costos asociados con el reemplazo de empleados y el tratamiento de problemas de salud vinculados al estrés.

En otras palabras, la gestión de la salud mental en el trabajo no solo es un imperativo ético para cuidar a los empleados, sino que también consiste en una estrategia inteligente para el éxito a largo plazo de cualquier organización.

Buenas prácticas para gestionar la salud mental en ambientes laborales

Como veníamos explicando, gestionar la salud mental en el trabajo es crucial para el bienestar de los empleados y el rendimiento general de la organización.

Algunas estrategias y prácticas que pueden ayudar a promover la salud mental en el entorno laboral son las siguientes:

  1. Crear un entorno de trabajo positivo

Fomentando una cultura de apoyo y respeto donde los empleados se sientan valorados, escuchados y tenidos en cuenta. Además de promover la diversidad e inclusión para que todos sean aceptados y respetados.

  1. Comunicación abierta

Favoreciendo una comunicación abierta y transparente con el objetivo de que todos los empleados se sientan cómodos compartiendo sus preocupaciones o puntos de vista.

  1. Equilibrio trabajo-vida.

Impulsando un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal, evitando la sobrecarga de trabajo y respetando los límites de horarios. De igual modo, otorgando facilidades y flexibilidad frente al surgimiento de problemáticas relevantes o circunstancias especiales de índole personal y/o familiar.

  1. Apoyo al desarrollo profesional.

Ofreciendo oportunidades de capacitación y desarrollo profesional para que los empleados se sientan empoderados y comprometidos con su trabajo.

  1. Programas de bienestar.

Implementando iniciativas y espacios que promuevan la actividad física, la nutrición adecuada y la gestión del estrés.

  1. Acceso a recursos de salud mental.

Brindando acceso a servicios de salud mental, como asesoramiento o terapia, a través de programas de asistencia al empleado o seguros de salud.

  1. Gestión del estrés.

Proporcionando recursos y técnicas de gestión del estrés, Por ejemplo, la meditación, el mindfulness o ejercicios de relajación.

  1. Políticas de flexibilidad laboral.

Permitiendo opciones teletrabajo u horarios flexibles, para adaptarse a las necesidades individuales de los empleados, y favorecer una permanencia mayor en el ámbito familiar o disminuir la pérdida de tiempo que se produce en los traslados hacia y desde el trabajo.

  1. Prevención del acoso laboral.

Estableciendo políticas y procedimientos claros y proactivos para prevenir y abordar el acoso laboral, y la discriminación en el lugar de trabajo.

  1. Capacitación en salud mental.

Sensibilizando a los líderes y empleados sobre la importancia de la salud mental, y proporcionando capacitación en primeros auxilios psicológicos.

  1. Monitoreo y seguimiento.

Realizando encuestas periódicas de satisfacción laboral y salud mental, que permitan evaluar el bienestar de los empleados y realizar mejoras, según sea necesario.

  1. Modelar el comportamiento saludable.

Los líderes y gerentes deben dar ejemplo, demostrando prácticas de autocuidado y apoyando activamente la salud mental de sus equipos.

  1. Fomentar la socialización.

Facilitando oportunidades para que los empleados se conecten socialmente, teniendo en consideración que el aislamiento social puede afectar negativamente la salud mental.

  1. Promoción de la autogestión.

Ayudando a los empleados a establecer metas personales y profesionales realistas, y a desarrollar habilidades de autogestión.

  1. Reconocimiento y recompensas.

Valorando y premiando los logros y contribuciones de los empleados con el objetivo de fomentar un ambiente de trabajo estimulante y positivo.

Gestión de la salud mental en el trabajo: un compromiso a largo plazo

La gestión de la salud mental en el trabajo es un esfuerzo continuo que requiere la colaboración de empleados, líderes y la organización en su conjunto.

Al adoptar estas estrategias, se puede crear un entorno de trabajo más saludable y productivo para todos los involucrados, con impacto directo en la satisfacción de las personas y los resultados de la empresa.

Animamos a todas las empresas industriales a priorizar la gestión de la salud mental en el trabajo, y comprometerse activamente con políticas corporativas efectivas.

 

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