(Por Laura Agudin, Senior Consultant de NUMAN) Sin dudas la pandemia ha dejado en nosotros una gran transformación, casi un cambio de paradigma en todas las áreas de la vida. Las búsquedas ejecutivas y el reclutamiento, no son su excepción.
A lo largo de estos dos años post pandémicos he notado ventajas y desventajas al trabajar desde la virtualidad.
En el orden del reclutamiento en sí mismo, las plataformas y redes han estado siempre al pie del cañón. Un claro ejemplo de ello es LinkedIn, nuestro gran aliado en los procesos de búsqueda y selección.
En este proceso de adaptación, lo que si ha cambiado considerablemente es la optimización del tiempo y los recursos.
Por ejemplo, en cómo desarrollamos los procesos de búsqueda y selección.
Si bien a la práctica de las entrevistas virtuales la veníamos desarrollando antes y durante la pandemia, principalmente en relación a candidatos que se encontraban geográficamente distantes, frente a oportunidades de trabajo en modalidad home office, o ante incorporaciones realizadas en tiempos de aislamiento, ya forma parte de nuestra habitualidad.
Hoy queda demostrado que el reclutamiento no tiene límites, que podemos realizar procesos en todas partes del mundo, y conectar a los mejores candidatos con excelentes compañías, independientemente de cuál sea su localización.
Esto nos ha permitido llegar a un grupo más amplio de talentos sin las limitaciones geográficas previas. Lo que genera una competencia mayor para las empresas, al momento de traccionar profesionales a través de sus proyectos y beneficios.
El límite lo ponemos nosotros. Más aún, teniendo en cuenta que actualmente las fronteras están abiertas para realizar procesos orientados a la excelencia, sin la necesidad de estar físicamente en cada país.
Esto implica que los reclutadores hemos tenido que desarrollar nuevas habilidades para conectar con las personas, generar empatía y establecer vínculos.
No caben dudas que siempre es bueno encontrarse y estar cerca, pero sin desaprovechar la optimización del tiempo y los recursos que nos ha dejado la pandemia.
Hay quienes opinan que el compromiso es menor en los candidatos que participan en un proceso de selección a través de entrevistas virtuales, pero quizás esa eventual “liviandad” tiene más que ver con la persona y sus características, que con la posibilidad de desarrollar el proceso a través de una plataforma de comunicación.
No obstante, la tecnología no es el único desafío que tenemos por delante. En tiempos de incertidumbre, es fundamental estar muy cerca de los procesos, manteniendo un feedback permanente con los candidatos.
Principalmente cuando observamos una creciente cantidad de ofertas declinadas por parte de profesionales que llegan hasta el final de los procesos de selección, y deciden lo aceptar la propuesta de contratación cuando son elegidos para la posición a la cual postularon.
Una de las razones principales de estas decisiones está basada en continuar trabajando dentro de lo que consideran un ámbito “seguro”.
Frente a este contexto, soy una convencida que en estos tiempos tenemos que estar muy cerca de los procesos, tanto del cliente como de los candidatos.
Mostrar entera predisposición para colaborar y hacer partnership con el equipo: cliente – candidatos – consultora, es un factor fundamental en estos tiempos.
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