Con más de 20 años en la industria de bebidas, transitando desde puestos operativos hacia funciones gerenciales y de dirección, Ignacio Suárez viene demostrando una notable capacidad de adaptación cultural en fusiones de distintas compañías, en diferentes países.
Una de sus características profesionales más destacadas es su gran experiencia técnica y operacional, liderando grandes equipos de trabajo con alta orientación al logro de objetivos y excelencia en resultados.
Desde hace casi un cuarto de siglo se desempeña en la Cervecería y Maltería Quilmes, habiendo desarrollado una vasta experiencia a nivel regional. En enero de 2022 tomó la responsabilidad de ser Director industrial de la empresa para Argentina y Uruguay, donde el grupo Anheuser-Busch InBev gestiona Fábricas Nacionales de Cervezas de Uruguay.
Una trayectoria de crecimiento, esfuerzo y compromiso
“Estoy cumpliendo ya 24 años en Cervecería y Maltería Quilmes, un camino que empezó como parte del programa de Jóvenes Profesionales en el sector de envasado de la planta Zárate y continuó permitiéndome ser parte muchos equipos en cervecerías y plantas diferentes. Fui gerente de la mítica cervecería en Quilmes, la que da comienzo a toda la historia de la compañía; de la planta Pompeya donde elaboramos gaseosas; y después pasé a ser director regional a cargo de 9 plantas industriales elaboradoras de cervezas y gaseosas”, relata Ignacio.
“Más adelante estuve a cargo de las áreas de Seguridad, Mantenimiento, Proyectos, Energía y Fluidos, Packaging y Programas de Excelencia para toda la zona del Sur de Latinoamérica, luego de Centroamérica y director industrial de México, para volver al país en 2022 a cargo de este nuevo desafío como director industrial para Argentina y Uruguay”, añade.
“Después de más de 20 años en la industria de bebidas, estoy agradecido de poder estar en una compañía donde la gente trabaja con compromiso con lo que hace y cariño hacia los demás. Estoy orgulloso de cómo Cervecería y Maltería Quilmes lleva 131 años de historia en la argentina y permanece vigente, entendiendo que nuestro impacto va más allá de vender nuestros productos: es trabajar todos los días para cambiarle la vida a la gente, estar en los momentos importantes con experiencias nuevas, y tener un rol activo en nuestras comunidades, generando empleo, invirtiendo, y desarrollando el negocio para crecer junto a toda nuestra cadena de valor y ecosistema, siempre poniendo en el centro a las personas y al ambiente”, reflexiona.
“Me enorgullece trabajar en una compañía que constantemente se desafía, que busca innovar y pensar en nuevas propuestas para estar a la altura de las demandas de nuestros consumidores y clientes”, enfatiza el ejecutivo.
Logros y desafíos
Entrevistado en exclusiva por el Blog de NUMAN, la preguntamos por sus principales logros profesionales y de qué manera impactan esas experiencias adquiridas en tu trabajo actual.
“La posibilidad de vivir en varias ciudades y países diferentes debido a fusiones de la compañía, me brindó una gran capacidad de adaptación cultural”, responde.
“Aprendí mucho de cada zona y me fui moldeando con las diferentes culturas de trabajo hasta entender cuál es la forma que a mí me interesa y entusiasma impulsar en mis equipos. El liderazgo de grandes equipos de trabajo también fue un lindo desafío, que me entrenó para cumplir nuestros objetivos con excelencia en los resultados”, sostiene.
En relación a los mayores desafíos que enfrentó a lo largo de su carrera profesional en Cervecería y Maltería Quilmes, Ignacio destaca dos en particular:
1. Desarrollar la capacidad de adaptación a diferentes culturas y nuevas maneras de trabajar. “Lo experimenté al radicarme en México con responsabilidades que alcanzaban las operaciones de México, Honduras y El Salvador, adaptándome a un nuevo país, otra realidad como es la mexicana, y buscando, al mismo tiempo, siempre seguir entregando los mejores resultados”, explicó.
2. Gestionar la adecuación a la transformación tecnológica actual. “Los cambios vertiginosos que introduce la aceleración tecnológica modifican y transforman los modelos de negocios. La carrera es tan veloz que el escenario se modifica constantemente, haciendo necesarios cambios y adaptaciones cada vez más rápidas, menos burocráticas y que incorporen a las nuevas tecnologías como ‘modo de ser’ del negocio. Es un desarrollo exponencial en el que la frecuencia de los cambios y las innovaciones es mucho más rápida y nos exige estar viendo constantemente cómo adaptarnos y, sobre todo, cómo formar a los equipos para desarrollar una mentalidad de apertura al cambio, poder preparar a la gente para ser protagonistas de esta transformación y estar en la vanguardia”, detalló.
Liderazgo en las operaciones industriales
Para el Director Industrial de Cervecería y Maltería Quilmes, y de Fábricas Nacionales de Cervezas de Uruguay, un buen líder debería:
- Fomentar un ambiente de trabajo donde todos puedan desarrollar su mejor versión.
- Lograr sacar lo mejor de equipos diversos donde cada uno pueda aportar desde su experiencia, conocimiento, manera de pensar, y así llegar en conjunto a soluciones creativas para los desafíos.
“El liderazgo tiene que ayudar a la agilidad para adaptarse a contextos cambiantes, como los últimos años, y al mismo tiempo no tiene que perder nunca la mirada a largo plazo”, afirma, destacando que hoy un líder tiene que fomentar la cultura de la experimentación, donde el error sea entendido como parte del proceso de aprendizaje y la tecnología sea una herramienta que atraviesa todas las áreas, impulsando la modernización y la agilidad.
Tecnología e Industria 4.0 en Cervecería y Maltería Quilmes
“Considero que la tecnología dejó de ser un área de soporte o de soluciones para convertirse en una parte transversal de las compañías, impactando y modificando el núcleo permanentemente. Esta realidad se vio profundizada durante la pandemia: la necesidad de adecuarse impulsó la digitalización. Tanto los consumidores como nosotros desde nuestras marcas y operación tuvimos que adaptarnos a una ‘gimnasia’ de aprendizaje tecnológico”, analiza Ignacio Suárez.
“Lo que sigue son desafíos en los que la tecnología tendrá un lugar central, entendiéndola y aprovechándola como el puente que nos llevará a ofrecer soluciones eficientes y a medida”, anticipa.
“Como compañía estamos transitando un camino de transformación digital donde los datos y la interacción son protagonistas. Nuestro foco está puesto en encontrar soluciones basadas en la tecnología que resuelvan necesidades de consumidores y clientes, nos ayuden a conectar y fortalecer a toda nuestra cadena de valor y lograr una operación y logística cada vez más sustentable”, informa.
Gestionar la operación industrial en pandemia
“No viví estos años de pandemia desde la Argentina, si no como director Industrial en México, pero definitivamente en todos lados se puso a prueba nuestra capacidad de adaptación. El equipo estuvo a la altura de los desafíos, priorizando siempre el cuidado y la salud de nuestra gente, con una clara prioridad de mantener el empleo y el funcionamiento de toda nuestra operación y la de nuestro ecosistema”, expone.
“Hoy veo el equipo listo para afrontar los desafíos que se vienen, con una forma de trabajo híbrida, pero volviendo cada vez más a la presencialidad. En Argentina somos un equipo de más de 6.000 personas comprometidas con su trabajo, y eso quedó demostrado durante la pandemia, cuando logramos garantizar el abastecimiento y mantener a todo nuestro ecosistema funcionando”, valoró.
La pospandemia está poniendo en el centro del análisis una demanda creciente de los profesionales de todos los sectores, en relación a la posibilidad de lograr ecosistemas de trabajo flexibles y fomentar el bienestar laboral.
“Para nosotros, en Cervecería Quilmes, la atracción de talento es un proceso de elección mutua y trabajamos constantemente para que nuestros colaboradores y futuros colaboradores nos elijan. Somos conscientes de que las distintas personas tienen diferentes necesidades y, de este modo, acompañamos a cada una de ellas a lo largo de su desarrollo profesional”, manifiesta Ignacio.
“Somos una compañía con 131 años de historia, pero sabemos que lo que nos trajo hasta acá no necesariamente es lo que nos permita seguir creciendo en el futuro. Por eso creemos que la agilidad para adaptarse al contexto y la mentalidad de apertura al cambio son las claves que nos van a permitir estar en constante transformación, evolucionando en la capacidad de innovación y moviéndonos con agilidad para acompañar a todas las personas. Evolucionamos, crecemos junto a nuestro ecosistema y nos comprometemos con un triple impacto: social, ambiental y económico, y creemos que esto tiene un gran valor en la carrera profesional y personal de mucha gente”, concluye.