Intergeneracionalidad activa: cuando la experiencia y la innovación trabajan juntas

14 Nov, 25 | Artículos | 0 comments

(Por Magdalena Andrés, Regional Business Manager de NUMAN)  “Poné un copiloto joven con uno con experiencia. Esa mezcla es dinamita pura. El anabólico tecnológico lo pone el junior, el intelectual lo pone el senior”. Esta reflexión, que surgió en el marco del evento ‘ADN de la Transformación Operacional’ organizado por la Universidad Austral y NUMAN, es tan simple como poderosa.

Resume uno de los desafíos más importantes que hoy atraviesan las organizaciones: cómo generar equipos donde convivan miradas, tiempos y conocimientos de distintas generaciones. No solo sin fricción, sino potenciándose mutuamente.

De la convivencia a la colaboración estratégica

Durante años, las organizaciones buscaron integrar talento senior y junior bajo una lógica de transmisión unidireccional: “el que sabe enseña al que recién empieza”.

Sin embargo, la transformación digital, los nuevos modelos de negocio y la velocidad con la que evoluciona la tecnología dieron vuelta esa ecuación: hoy el aprendizaje es bidireccional.

  • La generación más joven trae flexibilidad, capacidad para adaptarse rápidamente a nuevas herramientas, agilidad digital y cuestionamiento del statu quo.
  • El talento senior aporta criterio, profundidad analítica, conocimiento del negocio, contexto histórico y capacidad para gestionar la incertidumbre sin perder foco.

La intergeneracionalidad activa no es simplemente tener gente de diferentes edades en un mismo departamento. Implica diseñar interacciones donde ese intercambio se vuelva un motor de valor.

¿Por qué la intergeneracionalidad activa es una ventaja competitiva?

En un entorno industrial donde la transformación digital es urgente —automatización, IoT, trazabilidad, inteligencia artificial aplicada a procesos— la complementariedad generacional se vuelve estratégica.

Mientras un joven puede incorporar una nueva herramienta en minutos, una persona con experiencia puede evaluar cómo esa implementación afecta al negocio, los costos y los riesgos operativos.

Esa combinación genera:

  1. Mayor velocidad de innovación. La adopción tecnológica se acelera cuando hay acompañamiento y criterio.
  2. Aprendizaje continuo para todos. El senior no queda obsoleto, el junior no queda a la deriva.
  3. Reducción de errores costosos. La experiencia funciona como brújula y la tecnología como acelerador.
  4. Mejora del clima laboral y retención del talento. Ambos perfiles sienten que aportan algo esencial.

De copilotos a equipo de alto rendimiento

Pensar un esquema “junior + senior” como copilotos transforma la dinámica de trabajo:

  • No es mentoría tradicional.
  • No es liderazgo vertical.
  • Es co-creación.

El senior aporta contexto para que la tecnología tenga sentido. El junior trae la tecnología para que el contexto evolucione.

Cuando las empresas diseñan estos binomios de manera intencional, los resultados se multiplican;

  • Proyectos que no se estancan.
  • Decisiones más acertadas.
  • Una cultura de aprendizaje continuo.

El verdadero activo: la transferencia de conocimiento

En industrias donde el conocimiento crítico está en manos de profesionales con décadas de experiencia —ingeniería, manufactura, energía, logística, salud— la transición generacional es un riesgo y una oportunidad.

La intergeneracionalidad activa asegura que:

  • El conocimiento no quede “encapsulado” en pocas personas.
  • Las nuevas generaciones puedan aprender contexto antes de tomar decisiones técnicas.
  • La experiencia no se pierda cuando alguien se retire.

La mezcla que convierte la experiencia en futuro

Hablar de “intergeneracionalidad activa” no es hablar de edades sino de valor complementario.

Así como la tecnología sin contexto es velocidad sin dirección, la experiencia sin innovación es dirección sin movimiento.

Cuando las organizaciones dejan de pensar en generaciones como brechas y empiezan a verlas como puentes, aparece lo más potente: equipos que aprenden, innovan y evolucionan juntos.

La fórmula de impacto: junior + senior = innovación con sentido.

 

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