(Agustina Torino, Consultant de NUMAN Argentina) Desde que en 2020 se decretó el aislamiento social preventivo y obligatorio, para evitar la circulación y el contagio del COVID-19, nos encontramos con nuevas formas de trabajar, con nuevos tiempos e indicadores de desempeño, y con espacios que debíamos compartir de una manera diferente con nuestras mascotas y familias.
Esta situación extrema nos permitió explorar la capacidad de flexibilidad y adaptación del ser humano. No solo para relacionarse y convertir su casa en una oficina, sino también para comprender esta nueva dinámica de trabajo.
También surgió la necesidad de pensar en cómo poder evaluar y plantear proyectos a nuestro equipo de trabajo, así como medir el rendimiento de los mismos.
Frente a la experiencia vivida, algunos aspectos que identificamos como fundamentales para plantear proyectos son los siguientes:
- Definir objetivos SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un tiempo determinado).
- Determinar y planificar los recursos necesarios, incluyendo tiempo, presupuesto, personal y herramientas.
- Comprender que cada miembro del equipo debe tener roles y responsabilidades claras.
Todos estos factores son cruciales para la colaboración efectiva.
En este sentido, es importante tener en cuenta que se puede medir el rendimiento no solo a través de indicadores, sino también por revisiones periódicas del progreso del proyecto. Para así, poder identificar posibles desvíos, y tomar medidas correctivas a tiempo. Fomentando en paralelo una cultura de feedback continuo.
Es fundamental contemplar que cada empleado puede tener diferentes horarios y métodos de trabajo, especialmente en un entorno remoto.
Lo importante es asegurarnos que cumplan con sus metas y entregables, organizando por ejemplo reuniones regulares para revisar el progreso de los empleados hacia sus objetivos, discutir obstáculos y ajustar las metas si es necesario.
De esta manera podemos establecer metas que no se cumplan por presencialidad, sino por el cumplimiento de tiempos y formas.
En este nuevo entorno, es crucial definir objetivos claros y específicos, utilizar herramientas de gestión de proyectos adecuadas, y enfocar la evaluación del desempeño en el cumplimiento de objetivos y resultados.
Esto no solo mejora la eficiencia y efectividad del trabajo, sino que también permite una mayor flexibilidad y adaptabilidad para los empleados, lo cual es esencial en el contexto actual para trabajos híbridos o remotos.