En el marco de las actividades de NUMAN en Perú, nuestro Regional Business Consultant, Fernando Carrillo, asistieron al evento ‘HR Challenge by Talana: Future’, que se celebró el pasado 11 de noviembre en Miraflores (Lima, Perú).
Algunas definiciones que surgieron durante la jornada fueron las siguientes:
- La IA no reemplaza el trabajo humano, lo redefine.
- Cuanta más inteligencia artificial tengamos, más inteligencia emocional necesitaremos.
- No hay transformación digital sin evolución humana.
Estas tres ideas resumen perfectamente el espíritu del evento: la tecnología avanza, pero el futuro sigue siendo profundamente humano.
8 tendencias sobre IA y RRHH
A partir de las intervenciones de los panelistas Fernanda Giamberini, VP GLobal de HR de MCK Hospitality, Gloria del Carmen Rodríguez Vega, Gerente de Recursos Humanos de Zamine Perú, Franco Zamora, Director Corporativo de Gestión Humana de Medifarma, Vidal Flores, Gerente Corporativo de Recursos Humanos de Grupo EFE, compartimos algunas consideraciones:
1) Existe una creciente conciencia entre los líderes de HR sobre la necesidad de capacitación en IA. Como mencionó Franco Zamora, el primer paso es cambiar el mindset, salir de la zona de confort y tomarse el tiempo para entender la tecnología y diseñar una ruta clara de adopción.
2) La integración de la IA en recursos humanos no es solo para automatizar tareas sino para liberar tiempo y potenciar el lado más humano del área, expresó Fernanda Giamberini. Automatizar y digitalizar tareas operativas permite a los profesionales dedicar más energía a diseñar experiencias, crear conexiones y fortalecer la dimensión humana en las organizaciones.
3) Uno de los grandes aportes de la IA es la reducción de sesgos en los procesos de decisión, como destacó Franco Zamora. La IA permite analizar más variables de forma objetiva, ayudando a tomar mejores decisiones y eliminando percepciones subjetivas. Herramientas como algoritmos auditables y modelos predictivos ya permiten reducir el sesgo en la selección y retención del talento.
4) Tanto Vidal Flores como Gloria del Carmen Rodríguez Vega señalan la importancia de combinar la lógica de la IA con habilidades genuinamente humanas como la intuición, la ética y la inteligencia emocional. La tecnología por sí sola no resuelve los desafíos relacionales, sino el enfoque y el uso consciente que hacemos de ella.
5) La IA debe verse como un asistente estratégico. Es fundamental entrenar a los equipos para que vean a la inteligencia artificial como una herramienta de apoyo (asistente, copiloto) y se familiaricen con nuevos flujos de trabajo, apuntó Franco Zamora. Para Vidal Flores, la tecnología es útil en la medida en que facilita el trabajo y se adapta a las necesidades del contexto.
6) Fernanda Giamberini mencionó el enfoque de “arquitectos de clima”, que se vincula con la idea de Nudge y la arquitectura de decisiones. En la era de la IA, el foco de HR debe estar en diseñar ambientes (culturales, emocionales, tecnológicos) que favorezcan que las personas florezcan. No controlamos a las personas, pero sí el entorno en el que trabajan.
7) Gloria del Carmen Rodríguez Vega insistió en la capacidad de “desaprender para reaprender”, reforzando la idea de que mientras más inteligencia artificial tengamos, más necesitaremos reforzar la inteligencia emocional y la capacitación continua. La transformación del rol de HR implica incorporar nuevas herramientas pero también fortalecer competencias humanas.
8) Las tendencias globales de HR para 2025 muestran la adopción masiva de IA en tareas de reclutamiento, selección predictiva, automatización avanzada y mejora de la experiencia del empleado. El análisis de datos, la personalización de la formación y la predicción de riesgos de rotación son ya prácticas extendidas en entornos digitales de vanguardia. La inteligencia artificial facilita la toma de decisiones basadas en datos, acorta tiempos de contratación, aumenta la eficiencia y permite equipos de HR más estratégicos y creativos.
Hacia un futuro donde la tecnología potencia lo humano
La reflexión final es que, a más tecnología, más relevantes serán la empatía, la inteligencia emocional, la ética y la capacidad de diseñar experiencias humanas memorables para los empleados.
La IA permite enfocarse en lo que nunca va a cambiar: la necesidad de conexión y propósito en el trabajo.
El reto es integrar lo digital y lo humano, convertirnos en “arquitectos de climas” y aprender a potenciar el valor estratégico y social de HR a través de la tecnología.
Así, la inteligencia artificial se convierte en facilitador y no en fin, siendo el contexto y el propósito los verdaderos motores de transformación.



