Compartimos una interesante conversación que mantuvimos con Paola Roco, Gerente de Excelencia Operacional del Grupo Petroandina. Una profesional con 20 años de trayectoria a nivel regional en el área de calidad y seguridad.
En el marco de nuestro Ciclo de Entrevistas a Mujeres Líderes de la Industria, Paola compartió su visión sobre la brecha de género en el mercado laboral y las acciones que podrían implementarse para reducirla y superarla.
También identificó las habilidades esenciales que deben reunir los profesionales en el ámbito industrial, y analizó los principales desafíos que tiene la excelencia operacional en la actualidad y el creciente impacto de la incorporación tecnológica.
Además, nos habló de su experiencia de pasar de trabajar en el ámbito corporativo a desempeñarse como consultora independiente, para luego regresar al sector empresarial, realizando recomendaciones a quienes se enfrentan a este tipo de situaciones en un contexto de incertidumbre y recesión.
¿Podrías comentarnos algún momento de tu carrera que te haya impactado especialmente y compartir las enseñanzas que pudiste obtener de esa experiencia?
Hace poco más de 10 años participé en un proyecto de seguridad de gran complejidad, en las fronteras de México y Estados Unidos.
Este proyecto fue un camino de ida en mi carrera, porque a partir de allí me enamoré de la estandarización, de los procesos, de la gestión utilizando herramientas colaborativas, y fui descubriendo que la calidad y la seguridad van de la mano y tienen mucho en común.
Por eso, luego inicie un camino en la implementación de sistemas de gestión de calidad, llevando el enfoque de la mejora continua y el uso de herramientas en donde me toque estar.
La enseñanza clave que me dejó el proyecto fue comprender la diferencia entre “trabajo en grupo y trabajo en equipo”, donde la sinergia se logra dejando de lado individualismos y egos, para generar valor en conjunto.
¿La industria está avanzando en la reducción de la brecha de género?
Positivamente se está avanzando en la reducción de la brecha de género, aunque no con la velocidad y activismo que el mundo necesita.
Hoy se visibilizan más las situaciones injustas y eso genera que las industrias repiensen algunas políticas internas, pero me genera tristeza que esas políticas en muchos casos solo sean una intención o mejora, distando aún de lo que realmente es equidad.
Hay un gran camino por recorrer en el DESAPRENDER malos comportamientos y cambiar pensamientos, que es más difícil que aprender lo nuevo.
¿Cuáles son las acciones más efectivas?
Las acciones más efectivas tienen que ver con la generación de ambientes de trabajo inclusivos y planes de carrera por competencias con igualdad salarial.
Todavía hay regiones a nivel global muy golpeadas por este tema. Es un gran desafío y considero que debemos contagiar las ganas de ser activos en el cambio.
El generar programas y certificaciones que en cierto punto obliguen a las organizaciones a mantener este enfoque ayuda, ya que aún hay lideres o industrias que no consideran este punto desde la convicción, pero entienden que es un valor agregado para su posicionamiento.
¿Qué sugerencias podrías darles a las mujeres jóvenes que se plantean o evalúan la posibilidad de desarrollarse profesionalmente en el sector industrial?
Sugiero mantener las competencias siempre actualizadas. Para poder dar algo de mi, primero debo comprender que tengo y allí es donde el autoconocimiento juega un papel fundamental:
- Saber en que soy buena y potenciarlo.
- Saber cuáles son mis puntos flojos y trabajarlos con apertura y humildad.
- Descubrir que parte de mi “ser profesional” genera esa chispa y pasión que le da a mi día día momentos de alegría y ganas de lograr cosas (objetivos).
- Entender que nuestro ser profesional es una parte de nuestra vida.
Por eso, es importante mantener un equilibro en la vida personal y el trabajo, y para poder hacerlo, entrenar la disciplina es la clave.
En términos de empleabilidad industrial: ¿Cuáles son las habilidades que consideras esenciales y no pueden faltar en ningún colaborador, más allá de la posición que ocupe?
Aquí no hay recetas mágicas. Es esencial que las competencias técnicas en el campo que toque desarrollarse estén presentes y actualizadas. Al igual, que la comunicación asertiva (escucha activa).
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El enfoque de mejora continua también es clave, junto con las habilidades tecnológicas, que tienen gran relevancia en la productividad. Además, es muy importante la habilidad de trabajar en equipo.
¿Cuáles son los principales desafíos que tiene la excelencia operacional industrial en la actualidad?
El principal desafío es anticiparse, estar un paso adelante. Generar una cultura de mejora continua en un mundo que velozmente va cambiando y requiere inmediatez en las respuestas, con contenido de calidad y consistencia.
Es desafiante, llevar el concepto de excelencia operacional con un enfoque holístico, que marque la diferencia en prácticas ambientales y de seguridad, demostrando responsabilidad y activismo constante.
En un momento de tu carrera pasaste de trabajar en el mundo corporativo a desempeñarte como consultora independiente, para luego volver al ámbito empresarial. Teniendo en cuenta la situación de recesión que vive actualmente Argentina y su impacto en la empleabilidad de las personas, queríamos consultarte cómo fue tu experiencia y que recomendaciones podrías hacerle a los profesionales que hoy se enfrentan a este tipo de situaciones, en forma temporal o permanente?
Mi trayectoria profesional es una mezcla diversa de experiencias, tanto en el ámbito corporativo como en la consultoría independiente.
En el mundo corporativo, adquirí habilidades de gestión y liderazgo que se convirtieron en pasiones.
Luego decidí desafiarme y salir de la zona de confort, allí es donde me aventuré en la consultoría independiente, lo cual me permitió trabajar en una variedad de proyectos y desarrollar una flexibilidad profesional que considero invaluable.
Regresar al mundo empresarial después de mi tiempo como consultora independiente fue un proceso lindo, porque la empresa donde hoy estoy trabajando, inició como cliente de mis servicios como consultora. Con una perspectiva renovada y habilidades fortalecidas por la diversidad de mis experiencias, se generó un espacio donde siento que puedo aportar desde adentro de la compañía.
Igualmente cuando el tiempo y mis responsabilidades en la empresa lo permiten, me dedico a proyectos de consultoría. Esto me permite seguir desarrollando mis habilidades y conocimientos sin interferir con mis obligaciones principales en la organización.
En cuanto a la situación actual de recesión en Argentina y su impacto en la empleabilidad, mis recomendaciones para los profesionales son:
- Aprovechar el tiempo para adquirir nuevas competencias. En mi caso, siempre he buscado mejorar y aprender cosas nuevas, desde la cocina (estudié gastronomía y me encanta como aplica la gestión por procesos, el trabajo bajo presión y la importancia de la optimización de tiempos en las cocinas 100% aplicable a la gestión de seguridad corporativa) hasta la gestión de la calidad. Esto no solo ampliará sus capacidades, sino que también los hará más atractivos para potenciales empleadores.
- Construir y mantener una red de contactos sólida. Participar en eventos, conferencias y mantener relaciones profesionales puede abrir puertas inesperadas. Puedo liderar proyectos de consultoría aun en Panamá gracias a las conexiones que establecí allá.
- Estar abiertos a explorar diferentes roles y sectores. La capacidad de adaptarse a nuevos entornos y desafíos es esencial en tiempos de incertidumbre. Mi experiencia en distintos países y contextos laborales me ha enseñado la importancia de ser flexible.
- Considerar emprender proyectos independientes o trabajar como freelancers. Esta experiencia puede ser muy valiosa y conducir a nuevas oportunidades laborales. La consultoría me permitió explorar áreas que no habría considerado en un entorno corporativo tradicional.
- Mantener una actitud positiva y resiliente ante los desafíos. La situación económica puede ser difícil, pero es crucial no desanimarse y seguir buscando oportunidades. La mejora continua, tanto en lo personal como en lo profesional, es una filosofía que siempre he aplicado y recomiendo.
Aunque el camino pueda ser incierto, estar preparados, ser proactivos y mantener una mentalidad abierta, puede marcar una gran diferencia en la empleabilidad y el desarrollo profesional. Especialmente en tiempos de recesión.
¿Qué impacto tiene actualmente la incorporación tecnológica en el ámbito industrial, respecto de la empleabilidad, la seguridad y la excelencia operacional?
La incorporación tecnológica en el ámbito industrial no se detiene y ha transformado la forma en que las empresas operan. Aunque plantea desafíos en términos de empleabilidad, también ofrece grandes oportunidades para mejorar la seguridad y alcanzar la excelencia operacional.
La clave para los profesionales y las empresas es adaptarse y aprovechar estas tecnologías para mantenerse competitivos y seguros en el mercado actual.
Por ejemplo, el desplazamiento de actividades manuales o convencionales, por la automatización de procesos y tareas, contribuye sin dudas a bajar los riesgos de accidentes de trabajo e invita a optimizar las jornadas laborales, contribuyendo a la calidad de vida de las personas.
La creación de nuevos puestos de trabajo con competencias tecnológicas y la transformación de perfiles operativos avanza de forma acelerada.
Por ejemplo, antes, en seguridad, necesitábamos poner vigiladores (personas) en los perímetros de comunidades complejas y hoy, el uso de tecnología de avanzada reduce la necesidad de que los vigilantes se expongan a situaciones potencialmente peligrosas. Esto no solo mejora la seguridad del personal, sino que también minimiza el riesgo de errores humanos.
La tecnología, en este ejemplo, permite dar una respuesta más rápida y coordinada, en comparación con la detección humana.
Como este, muchos casos impactan directamente en la excelencia operacional.
Además, las herramientas tecnológicas pueden procesar grandes volúmenes de datos de manera rápida y precisa, identificando patrones y tendencias, y permitiendo una evaluación más precisa de los riesgos potenciales, permitiendo al equipo humano enfocarse en acciones concretas.