(Por Macarena Salinas, Business Consultant en NUMAN) La agroindustria es uno de los principales motores de la economía argentina, al generar importantes ingresos en divisas para el país y contribuir significativamente al Producto Interno Bruto (PIB).
De hecho, el 55% de las exportaciones argentinas en 2023 fue generado por la agroindustria, produciendo 36.642 millones de dólares.
Si bien la sequía provocó una merma del 36% con respecto al 2022, nueve de los 12 principales complejos exportadores de Argentina corresponden a las cadenas agroindustriales. Así lo destacan Natalia Marín, Guido D’Angelo y Emilce Terré en un reporte publicado por la Bolsa de Cereales de Rosario.
En relación al mercado laboral, la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) estimó que las cadenas agroindustriales generan 3.960.670 de puestos de trabajo en el país, lo que representa el 23% del empleo privado a nivel nacional, y el 19% del empleo total.
Por otra parte, la actividad agroindustrial está distribuida en todo el territorio argentino, lo que contribuye al desarrollo económico y social de las regiones rurales del país.
Retos para la agroindustria
De acuerdo a un reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario, con autoría de Bruno Ferrari, Emilce Terré y Patricia Bergero, los principales desafíos de la agroindustria argentina de cara al 2030, son los siguientes:
1) Continuar aumentando la producción agrícola a través de mejoras en productividad. Para lo cual se requiere cerrar la brecha tecnológica entre los productores, disminuir la presión impositiva, fomentar nuevos desarrollos biotecnológicos y promover la nutrición eficiente en los cultivos. De igual modo, incentivar la diversificación productiva, captar mercados de nuevos productos de alto valor agregado, fomentar la institucionalización de los mercados de productos agrícolas de menor desarrollo productivo relativo, y mejorar las infraestructuras de transporte y de conectividad.
2) Posicionar a la Argentina como abastecedor confiable de alimentos.
3) Incrementar la producción nacional de fertilizantes.
4) Profundizar la utilización de mercados de futuros para aumentar el volumen operado y mejorar las coberturas de precios de todos los actores de la cadena agroindustrial.
5) Aumentar el grado de industrialización de los principales complejos agroindustriales exportadores.
6) Generar políticas que incentiven la producción de carnes para el abastecimiento interno y profundizar el agregado de valor de las cadenas agrícolas.
7) Definir una actitud estratégica frente al futuro de la industria de crush a nivel mundial.
8) Potenciar las economías regionales para fomentar la diversificación productiva, el empleo y las exportaciones con valor agregado local
9) Realizar las mejoras necesarias en la infraestructura para hacer más eficientes los sistemas logísticos internos y de exportación
A estos retos podríamos agregar la amenaza que representa el cambio climático para la producción agrícola, teniendo en cuenta las sequías, inundaciones y tormentas, que viene experimentando Argentina, con impacto directo en los cultivos y la producción de alimentos.
Lo cual está relacionado con la necesidad de adoptar prácticas más sostenibles que reduzcan su huella ambiental.
También se deben considerar los desafíos vinculados a la adaptación a los cambios en los hábitos y preferencias de los consumidores, que pueden influir en la demanda de productos agrícolas y alimenticios.
El desafío del talento
Al igual que otros sectores de la industria, actualmente uno de los principales desafíos es retener a los mejores talentos y reemplazar posiciones que quedan vacantes con profesionales que combinen conocimientos técnicos con habilidades como liderazgo, comunicación, flexibilidad, agilidad y resiliencia.
En donde hay más movimiento es en el área de ventas técnicas. Por ello, el foco está puesto en fidelizar a los ingenieros agrónomos que se desempeñan en puestos comerciales, en especial los desarrolladores de productos. Para lograrlo, entre otras medidas, se están sumando bonos por ventas más atractivos, por ejemplo, sin tope.
En la medida en que se vaya recuperando la economía y se supere la situación recesiva actual, teniendo en cuenta la creciente incorporación de tecnología que se experimentó durante los últimos años en el sector y las perspectivas de profundización de la transformación digital, es probable que se avance hacia la incorporación de perfiles de Data Analytics o Business Intelligence.
Vale destacar que las posiciones en las que más se concentran los esfuerzos de retención de talento son la gerencia de planta y las jefaturas de acopio, cultivo y calidad. Junto a los líderes de e-commerce y logística.